Según un estudio científico, la Navidad cambia mucho a las personas y no solo por la cena de Nochebuena, ya que implica mucho más.

Época navideña
¿Cómo afecta a las personas? | Fuente: FreePik

Cabe resaltar que la Navidad, es una época muy diferente en el año, donde la mayoría de las personas buscan celebrar con ánimo. No obstante, esto genera un cambio en el cerebro, cuando liberan ciertos neurotransmisores.

¿Por qué la Navidad cambia a las personas?


De acuerdo con un estudio científico, el cerebro de las personas cambia durante la Navidad, según las modificaciones de cada organismo. En su mayoría, depende del entorno que posea cada persona, ya que puede estimular o inhibir la producción de diversos neurotransmisores como: dopamina, adrenalina, serotonina, cortisol y oxitocina.


Fue un grupo de científicos, de la Universidad de Copenhague, quiénes llevaron a cabo esta investigación para determinar cómo funciona el cerebro durante la Navidad. Las personas reaccionan diferente, ya que sus actitudes varían desde la decoración de sus viviendas y las compras que realizan.


Fue la misma investigación, que determinó que la actividad cerebral es diferente en Navidad. La sociedad genera cambios en sus propios hábitos y el entorno, al parecer modifica la mente. El objetivo del estudio científico, fue ubicar el “espíritu navideño” dentro de la actividad cerebral.


¿Qué concluyó el estudio científico?


Para el estudio científico, se dividieron en dos grupos de personas. Por un lado, las personas que habían vivido la Navidad desde su infancia y por el otro, aquellos que no estaban acostumbrados a esta celebración.


Cabe resaltar que el primer grupo, evidenció más cambios positivos en su cerebro, ya que las resonancias magnéticas mostraron los estímulos de cada persona. Dichos estímulos, fueron productos de los recuerdos que poseían por la Navidad, pero en el otro grupo no fue similar.


La conclusión más resaltante de la investigación, fue que la Navidad cambia a las personas, aunque de una manera particular en cada uno de nosotros.


“No se puede hacer una generalización sobre la forma en la que la Navidad cambia el cerebro. Depende de cada entorno y de cada persona. Sin embargo, lo que sí es posible es establecer los factores que tienen el potencial para producir modificaciones”, finalizaron los científicos.