Te contamos si es peligroso o no escuchar música rock mientras conduces. Aquí te contaremos la verdad.

Música Rock
Música Rock | Fuente: difusion

La música mientras manejas determina en gran cantidad la actitud al volante, para bien o para mal. De igual manera que hace compañía y entretiene durante un viaje, puede despistar al que va conduciendo, hacerle desconectar y perder la noción del tiempo, del espacio y de la responsabilidad.

Ni la música parece recomendable ni mucho menos todos los estilos son adecuados. El Real Club Automóvil de España (RACE) recoge un estudio realizado por la Universidad St. John’s de Newfoundland en Canadá, que concluye que el ritmo de la música afecta directamente al pulso cardíaco y a la actividad cerebral.

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Accidentes de transito
Accidentes de transito | Fuente: difsusion

Según lo relacionado con este estudio, quienes escuchan canciones con ritmos más acelerados y con el sonido más elevado tienen un 20% más riesgo de sufrir un accidente de tráfico.

Varios estudios científicos demuestran que algunos tipos de música pueden llevar a cometer excesos de velocidad y a transitar más agresivamente.


El pop, por el contrario, favorece una actitud más relajada. “La música pop es simple y repetitiva, la gente tiende a saberse la letra de memoria, por lo que ocupa menos espacio en la mente del oyente”, explica Vicky Williamson.

La música clásica también invita a una conducción más tranquila, pero hay expertos que la desaconsejan en ciertos escenarios porque pueden hacer que el conductor pierda la concentración.

¿Qué música recomienda la ciencia para diferentes escenarios?


Para la autopista como la conducción es más monótona, para evitar la somnolencia y los despistes se recomiendan una música más estimulante. Sin caer en los excesos, ya que podrían sugerir al conductor a acelerar más de lo debido.


En un atasco en carretera lo recomendable es una melodía más relajante como por ejemplo música clásica, pop suave, reggae…
En plena ciudad se exhorta a que no se escuche nada. El silencio es ideal para activar al máximo el resto de sentidos. Hay demasiadas distracciones alrededor y cuanta más atención, mejor.