Michael Jackson: El hombre que no podía dejar de bailar
"El hombre que quería ser como Peter Pan, el niño que nunca dejó de serlo aún frente a un mundo que no lo dejó en paz y lo señalaba mientras no dejaba de bailar sus canciones", escribe Alfredo Gálvez sobre el Rey del Pop.
Escrito por Alfredo Gálvez
¡Muéstrame qué sabes hacer!, le espetó en la cara a Michael ese hombre visto como gigante desde su perspectiva de niño de 5 años, y que había aprendido sus primeros pasos de baile al compás del sonido de la lavadora que mamá Katherine tenía en la vieja y reducida casa donde vivía en el barrio de Gary, Indiana.
Su padre, Joseph, estaba identificando ya en su pequeño hijo a la joya de la casa; por eso lo desafió desde ese instante a esforzarse más de lo debido con la intención de que lo saque de la pobreza y la vida anónima que tenía como trabajador en una fábrica de acero y guitarrista en una, también desconocida banda de blues.