El 8 de diciembre recordamos la muerte de uno de los más grandes de la música: John Lennon.

Mark Chapman esperó a John Lennon delante de su casa frente al Central Park de Nueva York el 8 de diciembre de 1980 y le disparó cinco balas por la espalda hasta matarlo. En sus bolsillos tenía cintas de música de los Beatles y la novela de El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger.

Ese día murió Lennon y nació una leyenda. Su muerte supuso la desaparición de un símbolo de esperanza para toda una generación, "representaba el corazón y el espíritu no sólo de los Beatles, sino de todo el rock and roll de los 60".

El lunes 8 de diciembre de 1980, fue el último día de vida de John Lennon. En la mañana había saludado a los neoyorkinos con un mensaje radial grabado sobre su más reciente disco. En el mismo instante en que se transmitía el mensaje radial , desyunaba en la cafetería de siempre y arreglaba los últimos detalles de la larga jornada que tenía por delante. De regreso al Dakota, accedió a entrevistas telefonicas y recibió en su habitación a la artista del lente Annie Leibowitz para cumplir con una sesión de fotos.

Luego, una de esas imagenes en la que aparecía desnudo besando a Yoko Ono, fue publicada en la portada de la revista Rolling Stone, una portada que se convertiría después en la mejor de los últimos 40 años.

Más tarde ese mismo d{ia salió rumbo a su estudio de grabación. Antes de subirse a su automóvil, le firmó una copia de Double Fantasy, el que sería su último disco,  a un fan que lo esperó durante largo rato. sin imaginarese que ése mismo fan sería el  mismo que esa noche, cuando Lennon regresaría a su casa, le dispararía cinco balazos.

Así terminaba la vida de uno de los grandes mitos de la década del 60, un artista total. Pero Lennon no ha muerto. Cada año se reúnen miles de personas en el planeta para desmentir ese oscuro recuerdo que tiñó de luto el inicio de los años 80