Pokemón es una clásica serie seguida por una gran cantidad de gente que llegó a consumir todo tipo de producto relacionado a ella, desde ropa hasta videojuegos. Seguro también se aprendieron todos los nombres de memoria, pero eso no significa que Digimon sea una copia barata de Pokemon, como muchos lo creen. Te presentamos 5 razones que te harán pensar lo contrario.

Pokemón es una clásica serie seguida por una gran cantidad de gente que llegó a consumir todo tipo de producto relacionado a ella, desde ropa hasta videojuegos. Seguro también se aprendieron todos los nombres de memoria, pero eso no significa que Digimon sea una copia barata de Pokemon, como muchos lo creen. Te presentamos 5 razones que te harán pensar lo contrario.

1. Los Digimon pueden hablar:

La historia de Pokémon no es muy complicada, y aunque tuvimos momentos emotivos, estos animales no podían expresarse muy bien. Oírlos repetir sus propios nombres se volvió algo irritante. Los Digimon, sin embargo, podían decir frases completas y participar en los diálogos, lo que les dio más carisma.

2. Los personajes son más complejos:

En Digimon hay siete niños, cada uno con una personalidad diferente y distintos problemas. En las primeras temporadas de Pokémon tenemos a tres chicos con personalidades poco desarrolladas. Por otro lado, todos en Digimon crecen, aprenden y maduran durante la serie, mientras Ash es el mismo niño en todas las temporadas.

3. Tiene un final:

El sueño de Ash es convertirse en un maestro Pokémon, pero es una tarea que no logra cumplir del todo. No hay un cierre para la historia. En Digimon, por el contrario, los malvados son vencidos y los dos mundos salvados, e incluso se agregan nuevos personajes a la trama. 

4. Mayores riesgos:

Los peligros en Pokémon son realmente infantiles comparados con los de Digimon, tanto es así que la madre de Ash lo deja viajar solo por el mundo. Sabemos que la muerte en el Digimundo es real también en la Tierra, así que hay que tener verdadero cuidado.

5. Usa bien el formato de serie:

Pokémon intenta resolver un problema en media hora, mientras que Digimon nos deja queriendo saber que vendrá luego. Es por eso que los episodios del primero resultan tan iguales y monótonos, mientras que el segundo nos hace preguntarnos qué veremos a continuación.