Antes del concierto que ofreció el músico en Lima, tres de nuestras oyentes pudieron compartir emocionantes momentos con uno de los máximos exponentes del rock.

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Tras una ardua selección, tres de nuestras oyentes más fieles no solo cantaron, saltaron y agitando sus brazos en el aire, durante el concierto del músico británico en la explanada del Estadio Monumental –el 23 de febrero-, en la mejor zona del show, sino que además lo conocieron en persona, gracias al Meet and Greet con Sting.

María Fernanda Gómez de la Torre, Fiorella Alegre Ramos y Oksána Korovténko fueron las ‘suertudas’ que aceptaron el reto de Oxígeno, la radio oficial de Sting en Lima, y se dejaron teñir el cabello completamente de rubio platinado, tal como lo hizo el ex vocalista de la banda The Police en 1978, para un comercial de televisión.

Con posters en mano, y vestidas cual rock stars para la importante cita, ellas tuvieron la fortuna de tocar las prodigiosas manos del intérprete de ‘Roxanne’ y ‘Every Breath You Take’, antes que suba por primera vez a un escenario peruano.

Siento una emoción tremenda. He llorado todo el camino. Nunca me imaginé que iba a poder ver a Sting. Escuché el reto y pensé que no perdía el tiempo intentando. Sus canciones me han ayudado a superar la muerto de mi padre y siento que esto me lo han mandado del cielo”, nos contó María Fernanda.

Me parece increíble. Desde que me regalaron un casete de The Police no puedo dejar de escucharlo y no puedo creer que ahora estoy aquí”, nos dijo Oksana, mientras esperaba impacientemente por ver al ganador del Grammy.

En tanto, Fiorella, quien viajó desde la ciudad de Arequipa a Lima solo para ver a su ídolo en persona, agradeció a Oxígeno, por hacer realidad uno de sus más grandes sueños. “Me hice un cambio radical por el reto de oxigenarse. Porque tengo el cabello crespo y oscuro y me lo laceé y teñí solo para conocerlo”, explicó.

Tras compartir unos minutos con la megaestrella, María Fernanda, Fiorella y Oksana disfrutaron de uno de los mejores conciertos de sus vidas, a penas a un par de metros del escenario, donde Sting, junto a la Orquesta Sinfónica Nacional, demostró por qué es considerado una verdadera legenda viva.