Guns N' Roses lanzó su álbum debut un día como hoy hace treinta años. La banda norteamericana no la tuvo fácil los primeros meses luego del lanzamiento. Uno de los motivos fue la censura a la portada original del disco, que tuvo que ser cambiada para poder vender el material.

La primera versión de la carátula de Appetite For Destruction mostraba dos imágenes. Un robot acecha a una mujer que parece haber sido víctima de una violación. Otro, con garras y una lengua extraña, se acerca. Lam portada intentaba mostrar el espíritu de la banda, que no ocultaba la violencia en las calles de Los Ángeles, sino que la mostraba con crudeza.

La imagen era trabajo del artista Robert Williams y Axl Rose la eligió para la portada, pero el sello Geffen decidió cambiarla porque muchas tiendas se negaban a vender el disco con esa imagen. Lo que los directivos de la disquera no sabían es que esa era la segunda opción presentada por la banda, porque la primera era aún peor, ya que mostraba la explosión del transbordador Challenger.

La portada que quedó para la historia es la que ahora todos conocemos, una cruz con calaveras que representan a cada uno de los integrantes, a cargo de Billy White Jr.