Réplica de la residencia del "rey del rock" fue contruida en la ciudad de Randers en Dinamarca.

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Randers, ciudad del oeste de Dinamarca de apenas 60.000 habitantes, cuenta desde hoy con una réplica de Graceland, la mítica mansión de Elvis Presley en Memphis (EEUU), construida por un fanático danés del "rey del rock and roll".

Graceland Randers, como ha sido bautizada, no es sólo una réplica de la más conocida residencia de Elvis, aunque en realidad sea el doble de grande, sino un santuario consagrado al cantante de Tupelo.

A ella ha trasladado Henrik Knudsen, su creador, el museo sobre Elvis que ya tenía en Randers, y que cuenta con más de doscientos objetos personales del "Rey" y otros 4.000 relacionados con él.

Un minicine, una sala de conciertos, una tienda de recuerdos y un restaurante con cocina sureña completan la oferta de Graceland Randers, donde los admiradores de Elvis también podrán organizar bodas al estilo Las Vegas.

El interés de Knudsen por Elvis es fruto de una pasión que se remonta a su infancia, pero que no empezó a tomar forma hasta 1977, cuando tenía 13 años y el cantante moría a los 42 un 16 de agosto en el baño de su mansión.

"En 1977 era punk o reggae, pero yo estaba completamente pillado por Elvis. Era un poco raro, pero así era", ha comentado Knudsen, quien rechaza calificar su afición de enfermiza, si bien admite no poder "librarse" completamente de ella porque la considera "muy interesante".

Hasta tal punto ha jurado fidelidad al "rey del rock and roll" que asegura que nunca tendría una novia a la que no le gustara su música, "ni aunque fuera Miss Universo".

Desde la muerte de Elvis, Knudsen empezó a coleccionar objetos relacionados con él, con los que años después montó un museo en Randers, y desde la década de 1980 comenzó a realizar viajes organizados para fanáticos al Graceland original, que ha visitado más de 70 veces.

La idea de construir una réplica en Dinamarca surgió hace seis años durante una reunión de negocios con otros empresarios locales, a los que logró convencer para aportar financiación a un proyecto que ha costado alrededor de 26 millones de coronas danesas (3,5 millones de euros, 5 millones de dólares).

Knudsen espera recibir unas 50.000 visitas al año, aunque cree que con la mitad sería suficiente para cubrir gastos.

Una vez que el proyecto salió adelante, Knudsen viajó a Memphis con un arquitecto para tomar medidas del edificio original, ante la sorpresa de uno de los guías, quien ignorante del propósito real de los daneses, les confesó no haber visto nunca unos admiradores tan apasionados.

A los gestores de la herencia del cantante no les ha parecido sin embargo tan buena la idea: hace unos meses presentaron una denuncia formal por usurpación del nombre Graceland ante la Oficina de Registro y de Patentes de Dinamarca.

Knudsen, quien bautizó su proyecto como Graceland Randers para tratar de evitar problemas legales, dice no haber vuelto a oír nada de ellos y asegura contar con el permiso implícito de la viuda de Elvis, Priscilla Presley.

Tres años atrás le contó su plan en persona, y aunque no lo apoyó de forma expresa, tampoco le dijo que no lo hiciera, y para demostrarlo remite a una foto autografiada de él con Priscilla, dedicada por ésta a "Graceland Randers".

La réplica danesa de Graceland abrirá al público mañana, pero hoy acogerá ya una fiesta de inauguración, a la que se espera que acudan 2.000 fans y en la que actuará la veterana rockera estadounidense Suzi Quatro, reconocida admiradora del Elvis.

EFE