A pesar de fallecer a los 27 años, Cobain sigue inspirando a los jóvenes.

Pocos artistas pueden entregar un producto que destile tanta furia como belleza, Cobain es uno de ellos. La llegada de un personaje así a inicios de los noventa inició el breve pero energético reinado del grunge, dominio que solo pudo terminar por una razón, la muerte de Kurt mismo.

El líder de Nirvana nació en el seno de una familia humilde en Washington, a los dos años empezó a cantar, según su tía Mari, a los cuatro años, comenzó a tocar el piano y compuso una canción acerca de sus paseos al parque. Además era un niño sensible y muy feliz.

Los días de Nirvana llegaron debido al divorcio de sus padres cuando el tenía ocho años. “Recuerdo sentirme avergonzado por alguna razón. Estaba avergonzado de mis padres. No podía mirar a la cara a mis amigos en la escuela nunca más porque estaba desesperado por tener una vida clásica, una familia típica. Madre, padre. Quería esa seguridad, así que tuve cierto resentimiento hacia mis padres por algunos años por eso”, declaró Kurt en 1993.

Luego de varias peripecias, el primer grupo que formó fue “Materia fecal”, con el que solo grabó un demo. Nirvana llegó a la gloria con el disco “Nevermind” en 1991. Finalmente, Cobain fue encontrado muerto el ocho de abril de 1994. El músico se suicidó debido a que no pudo combatir su adicción a las drogas. Un ídolo que se fue muy temprano.