La talentosa cantante de soul británica y ganadora del Grammy, retornará ante la audiencia latinoamericana en una detallada biografía este 6 de diciembre.

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Con un brillo indiscutible y un gran futuro por delante, la súbita muerte este año de Amy Winehouse sorprendió al mundo. Detrás de su extraordinaria voz, sus originales letras y su fama, la intérprete del hit “Rehab” vivió una la constante lucha entre las drogas y la rehabilitación que marcó su trágica historia. El próximo martes 6 de diciembre, a las 22 horas Bio  te da la oportunidad de conocer más sobre esta artista con el estreno de su biografía en el espacio Bio Iconos

"Necesito tener problemas para sentir mi fuerza creativa", esta sentencia dicha alguna vez por Winehouse, es el epígrafe que como cualquier otro de los tatuajes registrados en su cuerpo, marcó el ritmo de su agitada y corta vida adulta y que se verá a través de Bio. Desde los 17 a los 27 años Amy trazó una vertiginosa carrera artística, primero en el teatro y luego en la composición y el canto del soul, el jazz, el hip hop, géneros a los que imprimiría una personalidad de ejecución por sus portentosas cualidades vocales. La producción mostrará cómo este talento se cultivó en el marco de una familia británica de clase media-baja,  gracias a sus consentidores padres Mitch y Janis, y especialmente su abuela paterna Cynthia (Su “Nan”), cuyo carisma cautivaría no sólo a su nieta sino al saxofonista Ronnie Scott, considerado padre del jazz inglés.

El documental demostrará  cómo la figura de su abuela ejerció influencia en la adolescente Amy, al momento del divorcio de sus padres, iniciándola en las tablas en 1993. Para entonces con tan sólo diez años, la chica Winehouse pulsaba el soul en sus venas, y se aventuró a incursionar en el rap, con el dúo de las Salt’n’Pepa, en paralelo con sus estudios actuación, de los que saldría finalmente expulsada en 1995, por “desafiar” a su maestra Sylvia Youn colocándose un piercing en la nariz. Este objeto decorativo no sería problema, sin embargo, para que Amy fuera contratada como vocalista de la National Youth Jazz Orchestra.

De allí en adelante se verá el ascenso vertiginoso y convulsionado de la intérprete y compositora, con un único estilo, descrito por la crítica musical como de “acento ‘barriobajero’, llamativos tatuajes y una forma provocativa de moverse ante el público”. Esto seduciría a su nuevo manager Nick Godwyn, quien la llevaría a conquistar al mercado estadounidense, al firmar con la disquera Island contando con apenas 17 años. Debutó en 2003 con Frank (titulado así en honor a Sinatra), álbum que obtuvo un éxito notable: disco de platino, fue nominado a los premios Mercury Music y ganó un Ivor Novello Award en 2004. Amy regresaría triunfal a Londres, precisamente al bohemio barrio de CamdenTown, donde inició una escandalosa convivencia con tres chicos, uno de ellos su futuro marido: Blake Fielder-Civil. También allí encontraría locales para su autodestructiva afición a las drogas y el alcohol, combinada con episodios de anorexia y bulimia que mellaron su físico, más no su intelecto y fuente de inspiración.

La biografía se adentrará en este período oscuro de tres años, luego del cual como un “cisne negro”, la intérprete emergió vibrante para ofrecer a sus seguidores la joya musical Black to black, disco producido por Mark Ronson y que obtuvo triple platino a las pocas semanas de su aparición. En esta considerada su mejor grabación, Amy  aportó diez temas, algunos de ellos con tremenda potencia rítmica como “Rehab” o “You know I"m no good”, y otros con sutiles baladas de aire Motown como “Me and Mr. Jones”. Sería una producción “catártica” acerca de su cínica visión de las relaciones afectivas y su dura vivencia en el mundo de la adicción. Esa misma potencia será la que le llevaría a arrasar en febrero de 2008 en la entrega de los premios Grammy,  obteniendo cinco de los seis galardones a los que optó  este segundo álbum de su carrera.

El programa pondrá acento en etapa estelar de la artista, pues junto a su “coronación” vendría el desenfreno, potenciado además por la muerte de su adorada abuela, por lo que Winehouse, ahora blanco de la prensa del showbiz y los paparazzis, se dedicaría en adelante a coleccionar escándalos como premios: continuas incursiones en clínicas para rehabilitarse, bochornosas presentaciones, cancelaciones de presentaciones, demandas por incumplimiento y el fracaso de su matrimonio con el  también “dañado” Blake. Un descarrilamiento que no pararía  hasta el 23 de julio, cuando fue hallada muerta por sobredosis de alcohol, en su apartamento, en el barrio londinense de Camden. Como otras leyendas de la música (Kurt Cobain, Jimi Hendrix o Janis Joplin), Amy tan sólo tenía 27 años. 

El estreno de la biografía de Amy Winhouse será este 6 de diciembre a las 22 horas en el espacio Bio Íconos. Justo en la temporada  decembrina se lanzará un álbum con material inédito de la intérprete y compositora, con el cual recaudará fondos para la fundación que lleva su nombre, creada por su familia para ayudar a jóvenes que afrontan problemas de adicción.